martes, 14 de agosto de 2007

* PENSANDO Y SOCIALIZANDO

profesor: PAuL SMIT GARAY RODRIGUEZ

DESENMASCARANDO LAS RELACIONES DE PODER ENTRE LOS GÉNEROS EN LA ESCUELA

“Pero ahora las mujeres tienen derechos iguales a los hombres”, dicen la mayoría de personas que no reconocen la problemática sociocultural de dominación y desvalorización contra la mujer en las sociedades latinoamericanas, incluyendo a Fusagasugá y haciendo énfasis particular en las instituciones educativas. Naturalizándose cada vez más la inequidad de condiciones para la formación libre y espontanea de las mujeres.
Es cierto, las mujeres pueden elegir a sus gobernantes, y legalmente se han dado grandes pasos para la emancipación de la mujer en los ámbitos político, laboral, académico y socialmente. Pero ¿está despejado totalmente el camino a las mujeres para su formación integral como personas líderes y participativas?
Actualmente, no es tan normal oír o ver expresiones textuales de sometimiento de la mujer a la voluntad masculina. Paro si existe un Currículo Oculto en la cultura familiar, social y escolar, donde se consolida y estructura una mentalidad de jerarquía y estatus mayor de hombres sobre mujeres. Y la negación de tal realidad sería el principal obstáculo para cambiar esas relaciones de dominación del sexo masculino sobre el femenino.
El Currículo Oculto consiste en todas aquellas insinuaciones invisibles en la cotidianidad que comunican cuales deben ser los roles, funciones, actividades, modos de comportarse, así como señalan los “limites y fronteras de competencias de aprendizaje, inteligencia y aptitudes” que mujeres y hombres deben tener. Son mecanismos subliminales que dan a entender las Reglas donde se establece un estatus de mayor importancia del género masculino sobre el femenino. Las bromas, ironías y chistes son el ejemplo perfecto donde se entrevé la naturaleza desigual de jerarquías en la coexistencia de las mujeres y los hombres en la cultura local de escuela.
Algunas manifestaciones de la disputa del poder entre géneros se refleja en el uso del espacio: observado por los mismos estudiantes del grado 903 del colegio M.H.C.V., J.M., los espacios abiertos, como la cancha deportiva, son monopolizados en los recreos por los estudiantes varones, mientras las mujeres son relegadas a los pasillos y rincones del plantel.
Según los resultados de investigación del Proyecto Arco Iris contenidos en la revista Edugénero[i], se manifiesta que “el uso de la palabra es masculino”




El problema es negar el problema.


[i] García Suarez, Carlos Iván. EDUGENERO, Fascículo 6: Roles Y Formatos De La Participación. 2º edición. PROYECTO ARCO IRIS. DIUC, Línea de género y cultura. Universidad Central. Bogotá. Abril, 2003.